Los iconos se han convertido en un elemento indispensable en los entornos tecnológicos.
Los iconos aparecen en la mayoría de las interfaces por las que navegamos y muchas veces no somos conscientes de la importancia que tienen dentro de estos entornos digitales. Estos pequeños dibujos, que además de añadir estilo e interés visual a los diseños de interfaz, son una gran herramienta para comunicar acciones. Por esta misma razón, hacer un buen uso de estos elementos en el diseño de interfaz es una clave del éxito de tus diferentes entornos online.
A continuación te mostraré buenas prácticas de cómo utilizar la iconografía, ¡comenzamos!
1. Iconos sencillos VS iconos con mucho detalle
En numerosas ocasiones nos encontramos con iconos muy complejos y con muchos detalles. A primera vista, estos pueden parecer al usuario más bonitos por tener mayor detalle pero finalmente en la sencillez está el buen resultado.
Los iconos que mejor funcionan son formas simples y pictogramas que los usuarios pueden identificar al instante.
2. ¿Qué se supone que es esto?
Esta pregunta es una de las muchas que el usuario no puede hacerse cuando vea un icono. Los iconos deben ser reconocibles de un vistazo. Al fin y al cabo, el icono es una llamada a la acción para el usuario por lo que si duda de su significado, perdemos su función y perjudicamos su experiencia.
Una buena praxis es utilizar iconos universales. Los iconos únicos y creativos pueden añadir un valor visual a tu web o app pero si al final el usuario no lo entiende, estás perjudicando su experiencia.
En muchas ocasiones cuando se utilicen iconos que no sean universales, se puede considerar la posibilidad de añadir etiquetas de texto para explicar su funcionalidad.
3. Fácil escala para todos los entornos y dispositivos
En la mayoría de situaciones, los iconos no tienen un tamaño fijo de uso. Dependiendo del dispositivo, de su función o de la importancia que tenga, tendrá un tamaño menor o mayor. Por eso, al hacer uso de ellos, tenemos que asegurarnos que estos sean escalables, es decir, que sean del tamaño que sean se visualicen correctamente.
4. Monocolor VS Multicolor
A priori, es mejor que los iconos sean solamente de un color. El color puede determinar el estado de los iconos pero este aspecto es el único que debería de admitir el cambio de color de un icono. Por ejemplo, puedes utilizar grises para mostrar que un icono está inactivo y el color de la marca para mostrar que está activo.
5. Mismas formas, mismos estilos
La iconografía de una marca tiene que tener el mismo estilo. Haciendo que estos tengan un estilo único haremos que tengan consistencia y por lo tanto tengan armonía visual y ayuden a que hagan identidad de marca.
Llevando a cabo estas buenas prácticas en tu entorno web, podrás mejorar la experiencia del usuario a la vez que aportar un atractivo estético adicional. ¡Si te has quedado con ganas de más no te pierdas nuestros próximos blogs! O si no puedes esperar porque necesitas consultar tu caso concreto, no dudes en contactarnos en info@makingscience.com, ¡te esperamos! ?