El mundo de la publicidad es diferente al resto de áreas profesionales, desde el inicio hasta el fin.
Un portafolios puede ofrecer una mirada tangible a lo que te puede llevar la creatividad. Por supuesto, es sumamente importante y adecuado estar actualizándolo constantemente con nuevas ideas.
¿Qué es un portafolio?
Cuando escuchamos el concepto de portafolios, lo primero en lo que pensamos es en un lugar donde poner un resumen de trabajos realizados. Esto es técnicamente correcto, pero debemos atender a que debe tener un sutil toque conceptual.
Tu portafolio no debe ser un resumen del trabajo que has hecho, sino una proyección del trabajo que quieres hacer.
Piénsalo de esta forma: Si toda la vida has hecho diseño web y ahora quieres cambiar tu enfoque hacia el diseño de logos, no tendría ningún sentido poner solo proyectos web en tu portafolio, tienes que mostrar proyectos relacionados al diseño de logos.
Entonces, independientemente de los trabajos que hayas realizado previamente, filtra lo que muestras para que sea una representación de los proyectos que quieres tomar en el futuro y no solo un reflejo de tu pasado.
Aquí van algunos consejos sobre que poner y que no.
No: una sola imagen por proyecto
Nunca debemos poner una sola imagen, aunque te estés repitiendo en este momento que una imagen vale más que mil palabras. En la publicidad, no esperes que con una sola mirada el cliente pueda comprender el rol del proyecto y las soluciones que puedes crear con tu propuesta. Los clientes no son adivinos.
No: imágenes abstractas
Si realizas algún tipo de diseño, no te limites a presentar tu trabajo como una simple imagen plana, tal como la vemos dentro de Illustrator, Sketch o Photoshop.
Tú y yo podemos ver esa imagen y proyectar en nuestra cabeza que se trata de un tríptico, de un sitio web o de un packaging, pero probablemente tus potenciales clientes no puedan realizar ese ejercicio.
No: mostrar todo lo que hayas hecho
No todo lo que hayas creado en tu vida merece ser mostrado públicamente. Pero sobre todo, menos es más. Imagínate sentado en tu oficina, con miles de pendientes en la mesa y teniendo que ver 100 portafolios con 8-9 proyectos cada uno, se nos va la vida. Por eso es mejor que lo que pongas sea puntual, conciso y atractivo.
No: testimonios falsos o irrelevantes
Los testimonios son una forma muy buena de validación social, ya que le muestra a tus potenciales clientes que ya has trabajado antes, pero debes evitar los falsos e irrelevantes.
Todo el mundo cree que la publicidad miente, no debemos de ser nosotros los que mostremos que realmente lo hace. Los testimoniales deben de ser reales aunque estén actuados o ambientados.
No: tener tu trabajo en solo una plataforma
Tener tu propio sitio y poner allí tu portafolio es fundamental, pero no es lo único que debes hacer. Que no te gane la pereza, muchos creativos tienen sus propias preferencias sobre las páginas y si estás buscando curro, deberías de aparecer en todas ellas.
Sí: tener tu sitio web, pero además Behance, Dribbble y un PDF
Seamos honestos, lo más probable es que tu sitio no reciba muchas visitas cuando lo construyas, por eso es ideal que tu trabajo vaya a donde la atención está.
En estos momentos la atención de agencias y/o empresas buscando partners creativos de calidad está en behance o dribbble así que también deberías publicar tu trabajo allí. Pero no descartes la idea de una página web, para darte un toque de elegancia y profesionalidad. Además que queda muy bien en una tarjeta de presentación.