Pocas cosas existen que reflejen mejor la sociedad en la que vivimos que la publicidad, que ya tiene muy bien aprendida la lección de adaptarse o morir.
Y es que para que nuestra publicidad no pase desapercibida, tenemos que observar bien nuestro alrededor y no dejar de lado la herramienta más poderosa que tenemos: la creatividad.
Es por eso que hoy en día todas las agencias de publicidad, tanto grandes como pequeñas, tienen el foco puesto en el mundo del gaming. Algunas de ellas hasta han creado dentro de su estructura un área o departamento especializado y dedicado únicamente al sector de los videojuegos.
Porque, ¿cómo iban a pasar por alto un sector que tiene un volumen de mercado de más de 300.000 millones de dólares? Según el último informe de Accenture: “Gaming is the next superplatform”. De acuerdo con esto, alrededor de 3.100 millones de personas a nivel mundial juegan a videojuegos, lo que significa más o menos un 40%.
Puede que estos datos puedan ser sorprendentes, pero es que los videojuegos han sufrido una evolución en los últimos años. Han pasado de ser una actividad individual a convertirse en un espacio en el que muchas personas se encuentran y socializan, y esto lo han sabido aprovechar muy bien algunas marcas.
A través de los videojuegos, las marcas han encontrado un punto de conexión -de engagement– con un público más diverso, transversal y de más difícil acceso: los más jóvenes pero más exigentes, acostumbrados a ignorar la publicidad invasiva pero a los que no les importa recibir anuncios sobre temas que son de su interés. Es por eso que algunas marcas han sabido adaptarse a su lenguaje y comunicarse con ellos de manera diferente y no intrusiva.
Porque si hay alguna forma de ganarse a este público es mediante el entretenimiento y la experiencia de usuario, ya que muchas de estas acciones pueden resultar agradables de consumir para algunas personas. No hablamos solo de que el cotarro lo muevan las personas que juegan a videojuegos –gamers-, sino que una pieza clave en este sector son los espectadores, los que ven a otras personas jugar. De ahí el auge de plataformas como Youtube y Twitch, consumidas por comunidades masivas que además son muy activas en redes sociales.
Desde el punto de vista de la creatividad, es un gran paso que se consideren cada vez más este tipo de acciones a la hora de llevar a cabo una campaña, ya que es un entorno que da mucho juego, nunca mejor dicho.
Cuando nos referimos a acciones, hablamos desde el in-gaming -colocar anuncios en el entorno virtual de un juego-, o el advergaming -videojuegos creados por una marca- hasta patrocinios de equipos de e-sports, de eventos de streaming y, por supuesto, de streamers y gamers.
Videojuegos como el FIFA, el Fortnite, el Minecraft o el Animal Crossing se han convertido en un poderoso escaparate para muchas marcas, un lugar alternativo en el que llevar a cabo citas masivas y con gran alcance. En estas plataformas se han visto desde lanzamientos de productos hasta conciertos o desfiles de moda digital.
Todo esto no quiere decir que las empresas quieran trasladarse a un entorno digital, simplemente es la forma que tienen de introducirse en un nuevo mercado que hasta entonces no habían podido alcanzar y, ya de paso, generar experiencias que tengan su comienzo en el mundo virtual y luego puedan llegar a trasladarse a la realidad.
Ahora vamos a ver algunos ejemplos de acciones en videojuegos memorables, al menos desde el punto de vista creativo.
Como hemos podido ver en estos casos, esta nueva forma de entender la publicidad ha llegado para quedarse. Lo bueno es que, a pesar de que hay bastante escrito sobre el tema, este tipo de acciones más creativas son relativamente nuevas. Eso hace que el mundo de los videojuegos sea todavía un terreno fresco, perfecto para que las marcas que todavía no lo han hecho, exploren y encuentren en él su lugar.
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