¿Cuáles son las mejores prácticas?
- Sigue la estructura de la web a la hora de montar las campañas. En este punto es muy importante tener una web optimizada para SEO, ya que sino los grupos de anuncios DSA no funcionaran bien, incluso pueden llegar a no generar impresiones, ya que estos no funcionan con palabras clave sino que lo hacen en base al contenido de la landing.
- Usa la concordancia amplia y BMM (Broad Match Modifiers) para capturar búsquedas long tail y reserva la coincidencia exacta para las palabras clave de mayor volumen y valor.
- Usa una url por grupo de anuncios y solo mantén aquellas urls con volumen significativo.
- Deja al algoritmo una fase de aprendizaje para que pueda trabajar (1-2 semanas) y luego empieza a optimizar.
- Revisa los términos de búsqueda y negativiza.
- Utiliza las funciones IF basadas en las audiencias para generar anuncios ultra-relevantes.
- Además, recuerda que los grupos de anuncios no compiten entre ellos y es la plataforma la que decide qué grupo sale a puja en función de nuestro objetivo.
Caso de éxito aplicando el Método Hagakure
Tras aplicar todas las recomendaciones que hemos ido viendo a lo largo del artículo, aquí tenemos un caso de éxito de uno de los e-commerce que gestionamos. Con Hagakure conseguimos bajar los CPCs un 19%, aumentar el CR un 58%, las conversiones aumentaron un 420% y el CPA disminuyó un 49%. Conseguimos tráfico más barato y de mayor calidad.
Las ventajas de Hagakure
Si todavía tienes dudas, aquí te resumimos las ventajas de aplicar Hagakure en tus cuentas de Google Ads:
- Administración de cuentas más adecuada.
- Aprovechamiento de las funciones de automatización de Google Ads.
- Más tiempo para analizar a la competencia o probar nuevas estrategias, es decir, te permite centrarte en los objetivos de negocio en lugar de en tareas operativas.
En conclusión, Hagakure es una nueva forma de estructurar las campañas de Google Ads que consiste en la reagrupación de los datos y en el uso de la automatización, que nos permite liberar tiempo en tareas repetitivas y centrarnos en lo que realmente aporta valor. ¿Te animas a probarlo?