¿Qué son las microinteracciones?
Las microinteracciones son aquellas interacciones que hacen que se forje una estrecha relación entre el sistema y el usuario y, a falta de ellas, se puede dar que un producto sea fácil de olvidar. Por ejemplo, ¿qué pasaría si al intentar “refrescar” el correo el sistema no te devolviese un elemento de carga? La audiencia pensaría que no tienen más correo o que el servicio se ha quedado bloqueado.
Las microinteracciones funcionan porque el usuario tiene un deseo de obtener un reconocimiento. Al usuario le gusta saber al instante que su acción fue aceptada u obtener una recompensa visual. Si obtiene la segunda, esta debe ser invisible para que no sean incómoda o molesta y se ha de poder utilizar a largo plazo, pues esto es lo que la hace ser relevante para la experiencia de usuario. Todas ellas tienen que ser familiares para el target de nuestro producto, de manera que no sea necesario elevar la carga cognitiva del proceso, creando una armonía visual con el resto de elementos de la interfaz pero sin ser repetitivas para mantener el interés de la audiencia. Normalmente el usuario inicia la microinteracción a través de una acción, ya sea encima de un elemento o presionando un botón, como por ejemplo el cambio del botón de descarga por la loader.
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La gran versatilidad de las microinteracciones hacen que las podamos encontrar alrededor de cualquier acción potencial. En general, tienden a aparecer en las siguientes áreas: Mostrar el estado del sistema El primer principio heurístico de usabilidad de Jakob Nielsen es “Dar visibilidad al estado del sistema” que trata de mantener siempre al usuario informado sobre lo que está ocurriendo o donde está, por ejemplo: en los casos anteriores de descarga de elementos, hay sistemas que necesitan tiempo para ser cargados. Otro ejemplo sería la posición en la que se encuentra el usuario en un formulario. Prevención de errores La prevención de errores es otra de las heurísticas de Nielsen que se centra en facilitar al usuario la información correcta para que este no cometa fallos en situaciones complejas. Por ejemplo: Mailchip utilizar microinteracciones para evitar errores en la validación de una nueva contraseña en el momento de introducirla.
Mailchimp
Cambios destacados En ocasiones hay que facilitar que el usuario preste atención a un elemento con información relevante, aunque este no haya interactuado con él. Por ejemplo, uno de los casos más comunes es la localización de tu posición en un mapa.
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Comunicación de la marca Todas las microinteracciones debían tener un propósito y transmitir al usuario el significado de la acción, siempre acorde con el tono de la marca. En este caso, Mailchimp transmite a los usuarios la satisfacción de haber completado todos los envíos de acuerdo con el lenguaje de la marca.
Mailchimp
Para concluir, en el diseño de las microinteracciones lo prioritario es cómo el producto atraiga a los usuarios hasta en los mínimos detalles, haciendo que situaciones complejas resulten fáciles de entender y, a su vez, lleven al producto al éxito diferenciándolo de otros.